Entre líneas: Cuándo y cómo el Discurso Mitigado hace que el liderazgo tenga éxito
En el mundo de la gestión de proyectos y el liderazgo, la comunicación desempeña un papel fundamental para el éxito.
Una faceta de esta comunicación que a menudo se pasa por alto, pero que es sumamente importante, es el llamado «discurso mitigado», es decir, la práctica de atenuar o suavizar las declaraciones para evitar conflictos o respetar las jerarquías.
Sin embargo, esta forma de comunicación indirecta puede ser un arma de doble filo: Aunque en algunas situaciones ayuda a crear un entorno de trabajo armonioso, también alberga el riesgo de malentendidos y decisiones equivocadas.
Demostramos por qué es especialmente importante que los directivos y jefes de proyecto comprendan y gestionen conscientemente la dinámica del discurso mitigado para garantizar una comunicación clara y eficaz dentro del equipo.
¿Qué es la expresión atenuada?
El discurso atenuado se refiere a la práctica de formular declaraciones o instrucciones de forma que parezcan menos directas o vinculantes.
A menudo se hace por cortesía, respeto o deseo de evitar conflictos.
Hay seis niveles de lenguaje suavizado, que representan distintos grados de suavización en la comunicación: desde el lenguaje directo hasta las formulaciones indirectas muy cuidadas.
- Orden (Command): «Apaga la luz». Esta es la forma más directa de comunicación, en la que el hablante da una instrucción clara sin bajar el tono ni utilizar formas corteses. No hay lugar a malentendidos, pero la afirmación puede percibirse como demasiado exigente o descortés, sobre todo en contextos delicados.
- Declaración declarativa (Team Obligation Statement): «Debemos apagar las luces». Este nivel expresa un compromiso colectivo, ya que el hablante incluye al grupo o equipo en la declaración. Esto suaviza la orden y crea un sentido de responsabilidad compartida.
- Sugerencia (Team Suggestion): «¿Podríamos apagar la luz?» El hablante hace aquí una sugerencia que deja margen para la discusión o las objeciones. Esta forma es más educada y menos directa que una orden, pero sigue siendo relativamente clara en su intención.
- Pregunta de preferencia (Query of Preference): «¿No sería mejor que apagáramos la luz?» Aquí se hace una pregunta para averiguar la preferencia de la otra persona. Esta formulación es aún más indirecta y da al receptor la oportunidad de aportar su propia opinión.
- Pregunta cautelosa (Hint): «¿No hay demasiada luz aquí?» El hablante sólo insinúa la preocupación sin expresarla directamente. Esta forma es muy cautelosa e indirecta, lo que alberga el riesgo de que el mensaje no sea lo bastante claro y se malinterprete.
- Insinuación mitigada (Mitigated Hint): «Sería útil que aquí estuviera un poco más oscuro». Ésta es la forma de comunicación más atenuada, en la que el hablante sólo insinúa la intención sin afirmarla directamente. Este nivel es el más arriesgado, ya que la intención puede pasarse por alto o ignorarse fácilmente.
¿Por qué se utiliza un lenguaje suavizado?
- Cortesía y respeto: Un lenguaje más suave ayuda a no herir los sentimientos del interlocutor haciendo que la declaración sea menos conflictiva.
Esto es especialmente importante en las estructuras jerárquicas, donde los subordinados quieren dirigirse respetuosamente a sus superiores, no pueden contradecirles directamente o no deben expresar críticas claras.
Para no poner en peligro su posición, pero sin dejar de abordar puntos importantes, suelen recurrir a formulaciones indirectas o atenuantes. - Evitar conflictos: En situaciones en las que puedan surgir tensiones o desacuerdos, un lenguaje suave puede ayudar a desactivar posibles conflictos suavizando el tono de la conversación.
- Mantener la armonía: Las personas tienen una fuerte necesidad de ser aceptadas y agradar a los demás.
Las declaraciones directas o de confrontación podrían poner en peligro esta necesidad al tensar la relación con el interlocutor.
El lenguaje suave permite al hablante transmitir su mensaje sin correr el riesgo de alterar la armonía social. - Incertidumbre o cautela: El lenguaje suavizado también se utiliza cuando no estás seguro del curso correcto o de la exactitud de una afirmación, o cuando no quieres parecer demasiado exigente.
Al suavizar las afirmaciones, te proteges de posibles errores, comentarios críticos o consecuencias negativas. - Huella cultural: En muchas culturas, especialmente en las sociedades colectivistas como las de Asia Oriental, se da gran valor a la armonía y al mantenimiento de las relaciones sociales.
Aquí, a menudo se utiliza un lenguaje suavizado para salvar las apariencias y evitar la confrontación directa.
En estas culturas, la comunicación indirecta es, por tanto, una norma, mientras que en las culturas individualistas, como en muchos países occidentales, se suele favorecer una comunicación más directa. - Los roles de género: Los roles de género también pueden influir en el uso del lenguaje atenuado.
Los estudios demuestran que las mujeres tienden a utilizar más a menudo el lenguaje suavizado para ser percibidas como cooperativas y empáticas, ya que estas características se consideran socialmente deseables para las mujeres en muchas culturas.
A los hombres, en cambio, se les puede animar a comunicarse de forma más directa en algunos contextos para ser vistos como asertivos y fuertes. - Normas profesionales y sociales: En determinadas profesiones o grupos sociales, el lenguaje suavizado también puede ser la norma.
Por ejemplo, en profesiones en las que la comunicación diplomática o terapéutica es clave (como la diplomacia o la sanidad), se utiliza deliberadamente un lenguaje suavizado para tratar con sensibilidad temas difíciles.
Cuando el habla mitigada puede provocar problemas
Así que el lenguaje suavizado tiene sus ventajas y puede ser muy útil.
Sin embargo, también puede acarrear algunas dificultades.
- Malentendidos y malas interpretaciones: El lenguaje suavizado puede hacer que un mensaje no se reciba con claridad.
Si se suavizan demasiado las declaraciones, por ejemplo, se corre el riesgo de que el destinatario no las tome en serio, las malinterprete o simplemente las ignore.
Por ejemplo, un miembro del equipo puede no percibir como urgente una petición suavizada y no terminar una tarea a tiempo, o la persona a la que se dirige puede sentir que no se refiere a ella en absoluto o que no es una petición en absoluto. - Falta de claridad en la comunicación: Además, un lenguaje suavizado puede hacer que los miembros del equipo no sepan exactamente lo que se espera de ellos.
Esto puede provocar confusión, trabajo ineficaz y retrasos. - Conflictos subliminales: El discurso atenuado también se utiliza a menudo para evitar temas críticos pero desagradables.
Sin embargo, si los conflictos o problemas no se abordan directamente mediante el discurso atenuado, a menudo quedan sin resolver y pueden tensar la dinámica del equipo a largo plazo.
Por ejemplo, si un miembro del equipo rinde constantemente mal, pero el jefe no aborda la cuestión directamente, esto puede acarrear problemas importantes para todo el equipo. - Debilitamiento de la autoridad: Los directivos también pueden ser percibidos como débiles o inseguros si recurren demasiado a un lenguaje suavizado.
Por ejemplo, las instrucciones dadas en un tono inseguro y suavizado pueden no tomarse en serio.
El libro de Malcolm Gladwell «Outliers» menciona un famoso estudio de la industria de la aviación que muestra las fatales consecuencias de la mitificación del habla.
El estudio investigó accidentes aéreos en los que los errores de comunicación desempeñaron un papel importante.
En muchos de estos casos, los copilotos u otros miembros de la tripulación eran demasiado reacios o deferentes con el capitán para abordar directamente situaciones potencialmente peligrosas.
Ejemplo: Un copiloto advirtió un problema técnico, pero lo señaló de forma suavizada: «Parece que puede haber un pequeño problema aquí».
El capitán no se tomó la advertencia suficientemente en serio, lo que provocó un desastre.
En estos casos en particular, el discurso mitigado puede dar lugar a malentendidos que pongan en peligro la vida o limitar la capacidad de actuación de los miembros del equipo, de modo que no se tomen las medidas necesarias.
Así pues, aunque el discurso mitigado puede ser útil en muchas situaciones para mantener las relaciones y evitar conflictos, conlleva riesgos importantes cuando se requiere una comunicación clara y concisa.
Los líderes y jefes de proyecto deben ser conscientes de estos riesgos y fomentar una cultura en la que sea posible una retroalimentación abierta y directa, para evitar malentendidos y decisiones equivocadas.
Uso consciente del habla atenuada en la vida laboral cotidiana
Utilizando el habla atenuada, directivos y empleados pueden mantener una comunicación positiva y productiva en la vida laboral cotidiana.
Sin embargo, para evitar posibles ambigüedades o dificultades, el discurso atenuado debe utilizarse conscientemente.
Unas sencillas reglas pueden ayudar en este sentido.
- Establece objetivos claros: Antes de utilizar un lenguaje suavizado, debe quedar claro qué objetivo se pretende alcanzar:
- Crear o mantener un ambiente de trabajo armonioso y mostrar respeto y aprecio.
- Abordar temas delicados o comentarios críticos.
- jerarquías y normas culturales.
- Evita o reduce los conflictos.
- Fomentar la cooperación y el intercambio de ideas.
- Equilibrio entre cortesía y claridad: Aunque es importante comunicarse con respeto, el mensaje no debe ser tan suave que resulte poco claro.
Debe mantenerse el nivel adecuado de franqueza en función del contexto. - Considera el contexto: El habla atenuada debe utilizarse siempre en el contexto de la situación.
En situaciones de crisis o cuando se requieren instrucciones precisas, suele ser más adecuada la comunicación directa.
Por otra parte, el habla atenuada siempre es necesaria si el contexto cultural así lo dicta. - Fomentar una cultura de comunicación abierta: A pesar del uso ocasional del discurso mitigado, en una organización debe fomentarse una cultura de comunicación abierta y honesta, en la que los empleados se sientan seguros para expresar sus pensamientos de forma clara y directa.
Conclusión
El discurso atenuado es un arma de doble filo en la comunicación, especialmente en contextos de liderazgo y gestión de proyectos.
Aunque el discurso mitigado puede ayudar a promover la armonía y evitar los conflictos, también alberga el riesgo de malentendidos y toma de decisiones ineficaces.
Los directivos deben ser conscientes de la dinámica de esta forma de comunicación y utilizarla a propósito para mantener un equilibrio entre cortesía y claridad.
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