Priorizar tareas con la Matriz de Eisenhower
Encuentra las tareas más importantes de forma sencilla
Hay días en que la vida laboral cotidiana amenaza con derrumbarse sobre ti. Una larga lista de tareas pendientes, una bandeja de entrada de correo electrónico llena y un teléfono sonando constantemente pueden ser abrumadores y hacerte sentir que nunca terminarás la montaña de trabajo. Si, además de tu trabajo cotidiano, también participas en proyectos, puede surgir rápidamente el caos. Por lo tanto, en estas situaciones se necesita un buen sistema, con el que puedas estructurar y priorizar las tareas y luego trabajar con ellas una a una. Una de esas soluciones podría ser la matriz Eisenhower. Te ayuda a poner orden en este mundo agitado, a centrarte en lo esencial y a priorizar tus tareas para que puedas trabajar de forma más productiva y con menos estrés. Te explicamos cómo puedes utilizar la matriz de Eisenhower para estructurar tu jornada laboral y organizarla con mayor eficacia.
¿Qué es la matriz Eisenhower?
La matriz de Eisenhower es una herramienta para priorizar tareas que se basa en una sencilla matriz de cuatro campos. Fue desarrollado por el presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower, conocido por utilizar su tiempo de forma eficaz y tomar decisiones importantes con rapidez.
La matriz de Eisenhower ayuda a clasificar las tareas según su urgencia e importancia, dividiéndolas en cuadrantes. La idea es que te concentres primero en las tareas importantes y urgentes. Así podrás concentrarte en las tareas importantes pero no urgentes para alcanzar objetivos a largo plazo y evitar posibles urgencias en el futuro.
¿Cómo se crea una matriz Eisenhower?
Crear una matriz Eisenhower es un proceso sencillo que consta de los siguientes pasos:
Paso 1: Recopila todas las tareas pendientes
Para crear una matriz de Eisenhower, primero debes recopilar todas las tareas que están en tu lista de tareas pendientes o en tu calendario. Asegúrate de recopilar las tareas en un solo lugar, si es posible, e introduce allí las nuevas tareas en cuanto las recibas. De este modo, no se olvidará ninguna de las tareas.
Paso 2: Definir criterios de priorización
A continuación, debes definir los criterios según los cuales quieres priorizar tus tareas. Los criterios más habituales son «importancia» y «urgencia». «Importancia» se refiere a la importancia de una tarea para tus objetivos a largo plazo, mientras que «urgencia» se refiere al tiempo disponible para completar una tarea. También puedes definir otros criterios, como «complejidad» o «riesgo».
Paso 3: Crear matriz
Ahora crea una matriz en una hoja de papel o en un programa de hojas de cálculo. Esta matriz se divide en cuatro campos en función de los criterios que hayas definido. En el ejemplo de los criterios más utilizados «Importancia» y «Urgencia», se crean los siguientes campos:
Paso 4: Asignar las tareas a los cuadrantes
En el siguiente paso, asignas cada una de tus tareas a uno de los cuatro cuadrantes evaluándolas según los criterios definidos. Es importante que seas honesto contigo mismo y evalúes las tareas objetivamente. Asegúrate también de dividir las tareas en pasos de trabajo concretos, para poder clasificarlas mejor.
En el ejemplo anterior, primero debes plantearte las preguntas para cada tarea individual:
- ¿Qué importancia tiene completar la tarea? ¿Sirve para un objetivo a largo plazo? ¿Es absolutamente necesario que haga la tarea yo mismo?
- ¿Qué urgencia tiene la realización de la tarea? ¿Surgirán problemas si no se completa hasta una fecha posterior?
A continuación, las tareas se clasifican de la siguiente manera:
- Cuadrante 1 – importante y urgente: Las tareas de este cuadrante son importantes para tus objetivos y tienen un plazo o fecha límite claros. Por lo tanto, deben hacerse inmediatamente para que no tengas problemas con el plazo.
Ejemplos: Problemas agudos o crisis dentro de un proyecto o finalización del proyecto en un plazo fijo, por ejemplo si se amenaza con una penalización contractual si no se cumple el plazo. - Cuadrante 2 – importante, pero no urgente: Las tareas incluidas en este cuadrante son importantes para tus objetivos o proyectos a largo plazo. Requieren suficiente planificación y tiempo para su aplicación, pero no atención inmediata.
Ejemplos: Planificar la formación continua o los objetivos profesionales. - Cuadrante 3 – urgente pero no importante: Las tareas de este cuadrante son urgentes pero no realmente importantes. Esto significa que requieren atención inmediata, pero no contribuyen necesariamente a alcanzar tus objetivos a largo plazo.
Ejemplos: Revisar bandejas de entrada y responder a correos electrónicos, reuniones rutinarias o crear informes que no son necesariamente importantes para el éxito de tu trabajo. - Cuadrante 4 – ni urgente ni importante: Las tareas que no son ni urgentes ni importantes son distracciones del trabajo real y se consideran una pérdida de tiempo. Por tanto, deben evitarse para seguir siendo productivos. Sin embargo, también puede ocurrir que las tareas individuales no sean actualmente ni urgentes ni importantes, pero que lleguen a serlo en el futuro.
Ejemplos: Muchos correos electrónicos pueden contarse en esta área, por ejemplo los boletines o correos publicitarios irrelevantes, desplazarse por las redes sociales si no eres responsable de la gestión de las redes sociales, navegar por Internet o leer artículos irrelevantes también cuentan en esta área.
Una vez clasificadas las tareas en los cuadrantes correspondientes, podrás determinar mejor tus prioridades en los pasos siguientes y asegurarte de que centras tu tiempo y energía en las tareas que son realmente importantes y urgentes.
Paso 5: Priorizar las tareas
Una vez que hayas asignado todas las tareas a los cuadrantes, es hora de priorizarlas dentro de cada cuadrante. Determina qué tareas tienen mayor prioridad y cuáles pueden completarse más tarde. Para ello, utiliza los criterios que has definido y considera qué tareas te aportarán más beneficios. Si se acerca la fecha límite de una tarea concreta, generalmente le darás más prioridad que a una tarea para la que aún queda tiempo. Por otra parte, también puede ocurrir que una tarea te parezca más importante que otras, aunque su fecha límite esté más lejana en el tiempo. Además, las tareas individuales pueden ser interdependientes.
Paso 6: Empezar a trabajar
Una vez que hayas priorizado tus tareas, debes empezar a trabajar en las más importantes y urgentes. Trabaja desde el cuadrante 1 al cuadrante 4 y completa las tareas en el orden especificado. Puedes tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Importantes y urgentes: Las tareas de este cuadrante deben completarse inmediatamente, ya que son inmediatas e importantes. Sin embargo, también es importante identificar las causas de estas tareas e intentar minimizarlas para reducir la urgencia futura. Por ejemplo, puede haber tareas que son importantes pero que generalmente pospones porque no te gusta hacerlas.
- Importantes, pero no urgentes: Las tareas de este cuadrante deben priorizarse inmediatamente e integrarse en el calendario para garantizar que se completan antes de que se conviertan en urgentes. Es importante reservar tiempo para la planificación y ejecución de objetivos a largo plazo e iniciativas estratégicas.
- Urgente, pero no importante: Las tareas de este cuadrante deben delegarse, externalizarse o automatizarse. Por ejemplo, el software de gestión de proyectos puede generar automáticamente informes estándar en momentos determinados. Si esto no es posible, también puedes intentar posponerlas a una fecha posterior para poder concentrarte primero en tareas más importantes. Si esto tampoco es posible, debes completar las tareas del primer cuadrante tan pronto como estén terminadas.
- No importantes y no urgentes: Las tareas de este cuadrante deben eliminarse o reducirse al mínimo si es posible, ya que no son prioritarias y restan tiempo a tareas más importantes. Pregúntate si estas tareas son realmente tan poco importantes que pueden eliminarse. En algunos casos, tiene sentido ocultar estas tareas sólo temporalmente y volver a comprobarlas al cabo de seis meses, por ejemplo.
Cómo formular correctamente las tareas
Al formular las tareas de una matriz Eisenhower, es importante que sean concretas y precisas. Evita descripciones generales o vagas que puedan dar lugar a confusiones o malentendidos. Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a formular tus tareas:
- Asegúrate de que cada tarea esté claramente descrita y tenga una finalidad clara.
- Utiliza verbos claros y precisos para describir lo que hay que hacer exactamente.
- Formula las tareas de modo que puedan dividirse en pasos más pequeños y manejables para priorizarlas mejor.
- Define el plazo en el que se puede completar una tarea para que puedas programar las tareas más fácilmente.
- Evita combinar varias tareas en una sola, ya que esto puede provocar dificultades para priorizarlas correctamente.
Un ejemplo de tarea bien formulada podría ser el siguiente: «Prepara un informe sobre el progreso del proyecto para el final de la semana». Esta tarea está claramente formulada y tiene un plazo claro que te permite evaluarla en los cuadrantes de la matriz de Eisenhower.
Trucos y consejos
Aquí tienes algunos consejos prácticos sobre cómo utilizar la Matriz Eisenhower en tu trabajo diario:
- Crea una lista de tareas diarias: Utiliza la matriz para priorizar tus tareas del día. Organiza tus tareas en los cuadrantes adecuados y empieza por las tareas del cuadrante 1 para asegurarte de que realizas primero las tareas más urgentes e importantes.
- Establecer prioridades para los objetivos a largo plazo: Utiliza la matriz para priorizar tus objetivos a largo plazo y desglosarlos en pasos individuales y manejables. Determina qué pasos son urgentes e importantes y empieza por ellos para asegurarte de que avanzas hacia la consecución de tus objetivos.
- Evitar las distracciones: Puedes utilizar la matriz para identificar las distracciones y así evitarlas en el futuro. En el futuro, deberás reducir al mínimo las tareas que hayas asignado al cuarto cuadrante para aumentar tu productividad.
- Revisa tus prioridades: Revisa tus prioridades con regularidad para asegurarte de que sigues por el buen camino. Con el tiempo, pueden producirse cambios que te obliguen a ajustar tus prioridades.
- Delegación de tareas: Si estás autorizado a delegar tareas, puedes utilizar la matriz para identificar dichas tareas. Esto afecta principalmente a las tareas del tercer cuadrante.
Ajustes del método
La matriz de Eisenhower con los cuatro cuadrantes descritos anteriormente no es útil para todo el mundo y en todas las situaciones. Por tanto, puede adaptarse fácilmente a las necesidades y estilos de trabajo individuales para trabajar con eficacia y eficiencia:
- Cambiar los criterios: La matriz de Eisenhower se basa en priorizar las tareas según su urgencia e importancia. Sin embargo, puedes utilizar otros criterios que se adapten mejor a tus necesidades, como tareas que requieran más o menos recursos o tareas que pertenezcan a objetivos o proyectos concretos.
- Personalización de los cuadrantes: Los cuatro cuadrantes de la matriz de Eisenhower también pueden personalizarse según tus necesidades, dividiéndolos en categorías que se adapten mejor a tus tareas. También puedes añadir cuadrantes adicionales, por ejemplo para priorizar tareas según el tiempo que llevan o su complejidad.
- Combinación con otros métodos: También es fácil combinar la Matriz Eisenhower con otros métodos de gestión del tiempo para aumentar tu productividad. Por ejemplo, puedes utilizar la técnica Pomodoro para completar tus tareas importantes y urgentes en intervalos y hacer pausas entre los bloques de trabajo. También puedes combinar la matriz de Eisenhower con el timeboxing para programar tareas en el segundo cuadrante. ¿Te das cuenta de que las tareas individuales siempre acaban en el primer cuadrante, aunque inicialmente estuvieran en el segundo? Entonces, el método Come-Esa Rana podría ayudarte a completar antes esas tareas en el futuro.
Nuestro consejo: Experimenta con distintas personalizaciones para averiguar qué te funciona mejor.
Aplicación en la gestión de proyectos
La matriz de Eisenhower puede aplicarse de varias formas en la gestión de proyectos. He aquí algunos ejemplos de aplicación:
- Priorización de tareas: Los jefes de proyecto pueden utilizar la matriz de Eisenhower para priorizar las tareas propias y de su equipo dentro de un proyecto. Categorizar las tareas según su importancia y urgencia garantiza que la atención se centra en las tareas más importantes del proyecto y que éstas se completan dentro del plazo especificado.
- Gestión de riesgos: La matriz de Eisenhower puede utilizarse en la gestión de riesgos de un proyecto. La matriz ayuda a identificar los riesgos potenciales y a evaluarlos según su importancia y urgencia, de modo que los riesgos más urgentes e importantes puedan abordarse inmediatamente.
- Planificación de proyectos: En la planificación de proyectos, la matriz de Eisenhower también puede utilizarse para priorizar diferentes tareas e hitos dentro del proyecto. De este modo, el proyecto se centra en los aspectos críticos para su éxito.
- Toma de decisiones: La matriz de Eisenhower puede ser útil a la hora de tomar decisiones dentro de un proyecto. Al clasificar las opciones de decisión en las distintas categorías de la matriz, puedes decidir rápida y eficazmente qué decisiones son las más importantes y urgentes.
- Gestión de los recursos: La matriz de Eisenhower también ayuda a optimizar la planificación y gestión de los recursos de un proyecto, ya que permite asignar los recursos a las tareas más prioritarias.
Ventajas
- Sencilla y fácil de entender: La matriz de Eisenhower es un método sencillo y claro para priorizar tareas según criterios definidos. Como no requiere ningún recurso, salvo posiblemente papel y bolígrafo, puede utilizarse en cualquier momento.
- Rápido de usar: Una vez finalizada tu lista de tareas pendientes, es muy fácil y rápido asignar las tareas a los distintos cuadrantes con un poco de práctica.
- Claridad de prioridades: Ayuda a definir claramente las prioridades y a identificar las tareas que no son urgentes o importantes para poder dedicar tiempo a cosas más importantes.
- Planificación eficaz del tiempo: Utilizando la matriz de Eisenhower, puedes planificar tu tiempo con eficacia, asegurándote de que realizas primero las tareas más importantes y no pierdes el tiempo en tareas sin importancia. Al mismo tiempo, las tareas no urgentes pero importantes se programan con antelación para que no se olviden ni se conviertan en urgentes más adelante. Además, esta programación contrarresta la ley de Parkinson.
- Aumento de la productividad: la Matriz Eisenhower puede mejorar tu productividad y eficacia mediante una mejor planificación del tiempo y priorización.
Desventajas
- Subjetividad: La evaluación de la urgencia y la importancia puede ser subjetiva, ya que cada persona tiene prioridades y valores diferentes. Puede ocurrir que consideres una tarea de poca importancia, pero que tenga un gran impacto en un colega. También puedes considerar que una tarea de baja prioridad es importante o urgente si existe un riesgo de consecuencias desagradables para ti personalmente o si esperas obtener beneficios personales al completarla.
- No hay gradaciones: La clasificación en sólo cuatro cuadrantes es bastante aproximada. Por tanto, en algunos casos puede ser necesario subdividir los cuadrantes más finamente para representar gradaciones de importancia y urgencia.
- Agilidad: En una forma ágil de trabajar o en la gestión ágil de proyectos, se añaden continuamente nuevas tareas o surgen a partir de tareas existentes. Esto también puede cambiar la importancia o urgencia de las tareas individuales. Por tanto, en estos casos, la matriz de Eisenhower sólo tiene una utilidad limitada como herramienta para priorizar tareas.
- Enfoque: La matriz se centra claramente en las tareas del primer cuadrante. Sin embargo, puede ser difícil trabajar todo el día en esas tareas, por ejemplo si son muy agotadoras. Por tanto, puede tener sentido trabajar en tareas menos importantes mientras tanto, para que luego puedas seguir trabajando en las tareas importantes y urgentes de forma más motivada y relajada.
- Esfuerzo: La matriz Eisenhower puede aplicarse muy rápidamente. Sin embargo, si tienes que clasificar un gran número de pequeñas tareas, la carga de trabajo aumenta considerablemente. En estos casos, puede tener sentido combinar tareas en paquetes de tareas más grandes, aunque en realidad no sea recomendable.
- Sobrecarga: Si tienes demasiadas tareas en tu cuadrante más importante, puede ser difícil hacerlo todo en un día o una semana. Esto puede provocar estrés y sobrecarga. Al mismo tiempo, puede ocurrir que las tareas previamente programadas del segundo cuadrante no puedan completarse si están programadas. Esto conduce a un conflicto o a una acumulación de tareas.
- Flexibilidad: Con el método Eisenhower, las tareas se programan según su prioridad. Sin embargo, esto significa que el calendario debe modificarse por completo en caso de circunstancias imprevistas. Por tanto, este método no es muy flexible.
Conclusión
La matriz de Eisenhower es un método sencillo pero eficaz para priorizar y organizar las tareas. Ayuda a centrarse en las tareas más importantes y a asegurarse de que se completan dentro del plazo especificado. Si se utiliza correctamente, la matriz puede ayudar a utilizar el tiempo y los recursos de forma eficaz y permitir alcanzar objetivos a largo plazo. Sin embargo, también existen algunas desventajas, como la posible desatención de tareas que no estén catalogadas como importantes o urgentes, así como la falta de flexibilidad en caso de circunstancias imprevistas. Por tanto, es importante considerar la Matriz Eisenhower como una herramienta que puede personalizarse y utilizarse en combinación con otros métodos de gestión del tiempo para obtener los mejores resultados.
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