Las 8 competencias más importantes para los directivos en 2025

La experiencia y los conocimientos sólidos son requisitos importantes para tener éxito como directivo. Sin embargo, estas habilidades por sí solas ya no son suficientes hoy en día, ya que el liderazgo en 2025 es diferente de lo que era hace sólo unos años: Es más moderno, más ágil y, sobre todo, más centrado en las personas. Mientras que el pensamiento jerárquico y el control solían estar en primer plano en el pasado, hoy en día la atención se centra en la capacitación, la confianza y la interacción cualificada con los empleados, porque éstos no sólo quieren un salario a final de mes, sino que quieren encontrar un sentido a su trabajo, sentirse valorados y poder desarrollar sus puntos fuertes individuales. Esto plantea a los directivos el reto de adaptarse a sí mismos y a su estilo de dirección. Mostramos las habilidades más importantes que deben tener los directivos modernos para afrontar con éxito estos cambios.
1. experiencia tecnológica
Desde la automatización y el análisis de datos hasta los procesos de toma de decisiones basados en la IA, los directivos deben comprender y aprovechar las posibilidades de la tecnología moderna para evitar quedarse rezagados frente a la competencia. Al mismo tiempo, deben anticiparse a las tendencias tecnológicas para preparar a su equipo para ellas y apoyarles en su aplicación. Por tanto, la formación periódica y la apertura de miras hacia las nuevas tecnologías son importantes para poder hacer frente a los avances actuales, como la digitalización, la inteligencia artificial y los procesos de toma de decisiones basados en datos.
2. empatía e inteligencia emocional
La empatía es algo más que una habilidad social: es clave para crear un entorno de trabajo positivo y de confianza. Sin embargo, la empatía todavía se ve a menudo de forma negativa, sobre todo por parte de los directivos veteranos. Es fácil olvidar que los empleados que se sienten comprendidos y valorados suelen estar muy motivados y contentos de comprometerse con la empresa. Estos empleados dan lo mejor de sí mismos en la medida de sus posibilidades para contribuir al éxito de la empresa. Por el contrario, unas expectativas poco realistas o un enfoque poco apreciativo de los empleados pueden provocar su desmotivación o incluso su dimisión. La inteligencia emocional también ayuda a los directivos a reconocer y resolver conflictos y a identificar las necesidades de su equipo y los puntos fuertes y débiles individuales de sus empleados.
Nuestro consejo: Aunque lleves muchos años como directivo, no dejes de asistir a cursos de formación en gestión. En ellos aprenderás los estilos de dirección adecuados y cómo tratar a los empleados modernos de la mejor manera posible, por ejemplo, celebrando reuniones periódicas de feedback, practicando la escucha activa o mostrando empatía a través de conversaciones personales.
3. atención plena, autorreflexión y facultades críticas
Los directivos no sólo necesitan conocer bien a sus equipos, sino también a sí mismos. La atención plena te ayuda a comprender mejor tu propio impacto en los demás, mientras que la autorreflexión fomenta el crecimiento personal. Ambas cosas son importantes, porque incluso el directivo más experimentado puede aprender algo nuevo o cometer un error. Por tanto, los directivos también deben estar abiertos a los comentarios constructivos. La capacidad de aceptar críticas significa ser capaz de admitir errores y crecer a partir de ellos. Esto demuestra fortaleza y voluntad de seguir desarrollándose, a la vez que sirve de modelo. Afrontar abiertamente las críticas permite rectificar rápidamente los errores, refuerza la confianza del equipo y fomenta una cultura de mejora continua.
Consejos prácticos: Obtén opiniones con regularidad, tanto de los empleados como de los compañeros. Intenta no tomarte las críticas como algo personal, sino verlas como una oportunidad para seguir desarrollándote y mejorando.
4. adaptabilidad y agilidad
La única constante en el mundo laboral moderno es el cambio. Ya sea debido a las nuevas tecnologías, a los cambios económicos o a acontecimientos inesperados como una pandemia, la flexibilidad es esencial. Las empresas deben ser capaces de reaccionar rápidamente ante los nuevos retos, y esto también se aplica a sus directivos. Los que se aferran firmemente a viejas convicciones y se resisten al cambio no tendrán éxito en el futuro. Por tanto, los directivos modernos deben ser capaces de reaccionar rápidamente ante el cambio, reconocer las nuevas oportunidades y promover la innovación. Para ello, es importante que puedan tomar decisiones con la mayor seguridad, rapidez y basándose en datos.
5. fiabilidad
Una buena relación entre empleados y directivos se basa en la confianza. Esto significa que los empleados pueden confiar en que sus directivos serán previsibles y honestos, cumplirán los acuerdos, se comunicarán con transparencia, ofrecerán seguridad y no se aprovecharán de los empleados comprometidos en beneficio propio. Sin embargo, la confianza no se regala, sino que debe construirse activamente a través del comportamiento y las decisiones de los directivos. Merece la pena, porque los empleados que tienen confianza pueden participar plenamente en la empresa y contribuir así en gran medida a su éxito.
6. habilidades de comunicación
Una comunicación clara y eficaz es esencial, especialmente en un entorno de trabajo híbrido. Una buena comunicación garantiza unas expectativas claras, reduce los malentendidos y fomenta la colaboración. Sin embargo, puede ser difícil encontrar el equilibrio adecuado entre demasiada y poca comunicación.
Nuestros consejos: Las habilidades de comunicación pueden aprenderse o mejorarse con relativa facilidad. Por ejemplo, trabaja en la organización eficaz de reuniones, escucha atentamente a tu equipo y formula objetivos claros. Las herramientas digitales de comunicación, como MS Teams o el software de gestión de proyectos, también facilitan una comunicación eficaz.
7. resiliencia
En tiempos difíciles, es crucial mantener la calma e irradiar confianza. Los directivos resistentes pueden guiar a su equipo a través de los retos y utilizar los contratiempos como oportunidades de aprendizaje. Para ello, tienen que mantener una visión de conjunto, ser capaces de lidiar con el estrés y tener habilidades eficaces de gestión del tiempo y de sí mismos para soportar la presión.
8. conciencia de sostenibilidad
Los directivos tienen mucha responsabilidad. Esto incluye la responsabilidad de la orientación social y ecológica de sus empresas. La sostenibilidad se está convirtiendo cada vez más en un factor competitivo, ya que cada vez más clientes le conceden gran importancia. Por tanto, para estar preparados para el futuro, los directivos deben tener un buen conocimiento de la sostenibilidad. Esto les permite poner en marcha iniciativas sostenibles dentro de la empresa, integrar los objetivos ESG (medio ambiente, social, gobernanza) y tomar decisiones respetuosas con el medio ambiente.
Conclusión
Las exigencias impuestas a los directivos seguirán evolucionando. La inteligencia artificial, la globalización y el cambio social traerán nuevos retos, pero también oportunidades. Por tanto, la habilidad más importante es que los directivos permanezcan abiertos al aprendizaje continuo y vean su papel no sólo como instructores, sino también como inspiradores y partidarios. Quienes interioricen esta actitud no sólo dirigirán un equipo de éxito, sino que también darán forma a su propia carrera de manera sostenible.
Algunas de estas habilidades son fáciles de aprender, mientras que otras pueden apoyarse en programas informáticos inteligentes. Un software de gestión como myPARM CorporateNavigator, por ejemplo, ayuda a tomar decisiones con rapidez y basándose en datos, mientras que el sistema de comunicación integrado facilita la comunicación con el equipo.
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