Pensamiento de diseño
¿Qué es el Design Thinking y cómo puede ayudarte este método a desarrollar ideas innovadoras y orientadas al cliente en la gestión de proyectos?
¿Te has encontrado alguna vez en una situación en la que en una empresa en la que has trabajado se ha desarrollado un nuevo gran producto con funciones innovadoras? ¿Has experimentado también cómo un producto de este tipo se convirtió en un fracaso tras su lanzamiento al mercado porque los clientes no necesitaban el producto?
Entonces el pensamiento de diseño podría ser una forma de asegurarte de que tu próximo desarrollo sea un éxito absoluto de ventas.
El pensamiento de diseño es un enfoque sistemático de los problemas complejos y del desarrollo de nuevas ideas. A diferencia de muchos otros métodos, el pensamiento de diseño adopta un enfoque centrado en el cliente. De este modo, se pueden desarrollar conceptos que representen una solución superior desde el punto de vista del cliente, teniendo en cuenta la eficacia económica, la viabilidad y la conveniencia.
El método fue fundado por el profesor de Stanford Larry Leifer, el informático Terry Winograd (entrenador de Larry Page) y David Kelley (fundador de la agencia de innovación IDEO) y se basa en los métodos de trabajo intuitivos de los diseñadores.
>>El pensamiento de diseño es una forma de desarrollar ideas verdaderamente innovadoras que no sólo son realizables y económicamente viables, sino que también resuelven problemas importantes para tus clientes.<<
Idea básica del Design Thinking
Un supuesto básico del pensamiento de diseño es que en las innovaciones deben tenerse en cuenta tres factores igualmente importantes: Las personas, la tecnología y el negocio. Por tanto, un producto innovador debe ser atractivo para los clientes (deseabilidad), realizable para la empresa (viabilidad) y, al mismo tiempo, tener sentido desde el punto de vista económico para que tenga éxito. Sin embargo, muchas empresas se centran principalmente en la viabilidad y rentabilidad de una nueva idea. El enfoque del pensamiento de diseño, en cambio, se orienta principalmente a las necesidades del cliente, de modo que éste se sitúa en el centro de todo el proceso.
Requisitos previos
1. equipos multidisciplinares
La idea básica que subyace al pensamiento de diseño es que los equipos interdisciplinares en particular pueden crear innovaciones auténticas y sobresalientes. Por tanto, el proceso pretende reunir el mayor número posible de experiencias, opiniones y perspectivas diferentes sobre un problema. Por tanto, los equipos se forman de forma que procedan de distintas disciplinas, departamentos y niveles jerárquicos. Esto da lugar a un intercambio de conocimientos y habilidades metodológicas, por lo que todo el equipo dispone de una amplia gama de conocimientos y experiencia en la resolución de problemas. Además, cada miembro tiene su propia perspectiva y experiencia. Las personas con el llamado perfil T son especialmente adecuadas como miembros de un equipo. La barra vertical de la T representa la especialización y el conocimiento experto en un área concreta, mientras que la barra horizontal representa la apertura, el interés y la curiosidad.
2. salas variables
Los espacios variables son importantes para mejorar la comunicación entre los miembros del equipo y optimizar las posibilidades de encontrar soluciones. Esto significa que el equipo dispone de una gran sala con mobiliario flexiblemente desplazable, tabiques móviles, mucho espacio para notas y suficiente material de trabajo, como pizarras blancas o notas post-it. De este modo, los pensamientos y conocimientos de cada miembro del equipo pueden hacerse visibles para todos. Pero las salas de retiro también son útiles para poder trabajar en la solución sin ser molestado si es necesario.
3. proceso iterativo
El modelo del proceso de Design Thinking pretende principalmente proporcionar una orientación y una estructura aproximadas, aunque existen varios modelos que difieren en los detalles. Las fases individuales del proceso no tienen por qué ejecutarse necesariamente una tras otra. Más bien, lo deseable es saltar a otras fases en cualquier momento. Sin embargo, es aconsejable tener en cuenta todas las fases del proceso a la hora de encontrar una solución.
El proceso de pensamiento de diseño en detalle
El pensamiento de diseño clásico es un proceso iterativo con seis fases:
1. comprensión
El primer paso en esta fase es poner a todos los miembros del equipo de acuerdo y definir con precisión el problema existente. Porque para encontrar una solución óptima, es crucial comprender los requisitos en detalle. ¿De qué trata exactamente? ¿Cuál es el verdadero problema del cliente? Son preguntas que tu equipo debe responder en la primera fase del proceso. Para asegurarte de que las condiciones marco de tu empresa están claras para todos los miembros del equipo, también deberías hablar con los distintos departamentos de la empresa. El objetivo de esta primera fase es, por tanto, definir el problema y delimitar el espacio de soluciones.
2. observa
Esta segunda fase consiste en ponerse en el lugar del cliente. Para ello son importantes las conversaciones con tus clientes. Escucha atentamente para que no surjan malentendidos e intenta comprender con precisión las necesidades y prioridades de tus clientes. También puedes pedirles que te muestren cómo está resolviendo o solucionando el problema tu cliente, ya que esto también te enseñará mucho sobre sus motivos. A continuación, vuelve a examinar los resultados de la primera fase y compáralos con los nuevos hallazgos. ¿Eran correctas todas las hipótesis o no se pueden sostener algunas de ellas? Intenta pensar desde la perspectiva del cliente y deja tu propio punto de vista en un segundo plano.
3. definir el punto de vista
El objetivo de la tercera fase es desarrollar un marco conceptual para la solución basado en las hipótesis y observaciones recogidas. Los resultados de las dos primeras fases se combinan para formar una imagen global y se desarrolla un primer cliente ideal. Este cliente ideal está formado por el grupo de usuarios especialmente afectados por el problema inicial y que, al mismo tiempo, están lo más abiertos posible a la solución que queda por desarrollar. Puedes crear una persona para que todos los miembros del equipo tengan siempre en mente a este cliente ideal en los siguientes pasos. Esto significa que se describe con precisión al cliente ideal y se le da un nombre.
4. encontrar ideas
El siguiente paso es desarrollar ideas sobre cómo se puede resolver el problema para el grupo objetivo o persona definida. Para ello, primero se recogen las ideas sin evaluarlas. No tengas miedo de pensar con originalidad y buscar soluciones en otros sectores. Esto te ayuda a romper con las mejores prácticas establecidas y puede dar lugar a ideas realmente innovadoras. A continuación, las ideas recogidas se debaten, se hilan y se priorizan. Cada miembro del equipo debe aportar sus conocimientos especiales y su experiencia para que pueda comprobarse la compatibilidad de la eficacia económica, la viabilidad y la conveniencia. Con estos tres puntos centrales en mente, se selecciona entonces una idea que cumpla los aspectos más importantes para el cliente y para la que posteriormente se crea un prototipo.
5. crear prototipos
Al modelar tus mejores ideas, se requiere sobre todo creatividad y habilidad (técnica). Llegados a este punto, tienes un cliente ideal inicial en la cabeza, has trabajado con él para comprender su problema y has desarrollado ideas sobre cómo satisfacer sus necesidades. La tarea ahora consiste en modelar dicha solución.
Estas condiciones marco te ayudarán:
- Recuerda siempre que los prototipos son productos desechables. Por tanto, no debes invertir demasiado tiempo y energía en ellos.
- Concéntrate en prototipos que puedas desarrollar dentro del equipo actual.
- Ten en cuenta que un prototipo debe ser adecuado a su finalidad y, por tanto, no representa una solución acabada.
Ahora puedes ser creativo con la realización. Utiliza lápiz y papel, materiales de manualidades, comunicados de prensa, juegos de rol, Lego o visualiza tu prototipo con soluciones completamente diferentes. Lo único que importa durante el desarrollo es que des a tu cliente la oportunidad de ponerse en la piel de tu concepto para que puedas obtener su opinión.
6. pruebas
Ahora la cosa se pone seria, porque ha llegado el momento de presentar tu concepto a tu cliente y obtener su opinión. Recuerda que no se trata de convencer al cliente de tu idea, sino de ver cómo interactúa con tu solución. Piensa de antemano en las condiciones en las que el prototipo puede considerarse un éxito y luego pide a tus clientes críticas o sugerencias para mejorarlo. Es posible que un prototipo no reciba un buen feedback, por ejemplo porque se cometieron errores en las suposiciones en las primeras fases del proceso y el prototipo no cumple las funciones más importantes. En este caso, debes descartar el prototipo y volver a los primeros pasos del proceso con los conocimientos que ahora has adquirido. Esto te permite crear un nuevo prototipo más atractivo para los clientes. Sin embargo, también puede bastar con adaptar y mejorar un poco tu prototipo basándote en las reacciones que recibas. Muéstrate abierto a las ideas de tus clientes. Es habitual que haya varias fases de prueba en el proceso de pensamiento de diseño hasta que se satisfagan de forma óptima las necesidades del cliente. En cuanto tu cliente esté satisfecho con el prototipo, podrás finalizar el proceso e implantar la solución.
Ámbitos de aplicación
El pensamiento de diseño se utiliza en numerosos ámbitos, ya que su enfoque abierto, creativo pero sistemático hace que su uso sea flexible. Ya sea en el desarrollo de productos, el marketing o la gestión de proyectos, el pensamiento de diseño puede utilizarse para resolver una amplia gama de problemas.
En la gestión de proyectos en particular, el pensamiento de diseño permite una nueva perspectiva: alejarse del aspecto técnico y acercarse a la comprensión de los clientes y sus necesidades. Esto es importante, ya que la superioridad puramente técnica no basta como ventaja de mercado en el entorno competitivo global y cambiante, y difícilmente puede mantenerse. Para reforzar la competitividad de una empresa, en la gestión de proyectos también se requieren ideas innovadoras y orientadas al cliente. Sin embargo, muchos equipos de proyecto carecen de recursos e ideas para dominar las tareas innovadoras. El pensamiento de diseño, con sus equipos multidisciplinares, puede ser una buena solución para abordar un problema abiertamente y desde distintas perspectivas.
Ventajas
- Proceso fácil de entender y aplicar con una estricta orientación al cliente
- Fuerte compromiso y dedicación de los miembros del equipo
- Oportunidad de desarrollar ideas y conceptos realmente innovadores
Desventajas
- Gran esfuerzo en tiempo y personal
- el proceso podría verse desbordado al continuar la búsqueda de oportunidades de mejora
- En el pensamiento de diseño clásico, falta el paso de implementación posterior
- La orientación al cliente puede hacer que otros factores pasen a un segundo plano, como la rentabilidad, lo que puede causar dificultades a la hora de implantar la solución
Conclusión
Dado que el pensamiento de diseño puede aportarte soluciones innovadoras desde nuevas perspectivas y además está orientado a los deseos de tus clientes, creemos que debe formar parte de toda caja de herramientas de gestión de proyectos. Así que no rehúyas el esfuerzo mayor, pruébalo y verás qué grandes ideas surgen.
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